BIOMASA
SUELO RADIANTE DE BIOMASA
E
l confort de un suelo radiante de biomasa en la actualidad es difícil de superar. Está especialmente indicado para climas fríos del interior de España. Este sistema de calefacción no se verá afectado por bajas temperaturas en plano invierno, ya que su fuente de calor no proviene de combustibles fósiles si no de material natural (pellets, madera, etc).
A veces la instalación y desembolso inicial generan dudas al cliente. Los tipos de instalaciones ha mejorado mucho en los últimos años y ya existen muy buenas opciones de instalación sin obras. La inversión inicial es amortizada en poco tiempo y el máximo confort se disfruta desde el primer día.
La instalación de suelo radiante de biomasa está ganando adeptos cada año. Quien no ha tenido este tipo de calefacción no llega a entender los niveles de confort que ofrece. Es común que los nuevos clientes hayan sido recomendados por amigos o familiares que ya disfrutan de esta opción de calefacción.
Debido a los costes de instalación, muchos clientes optan por otras opciones, inicialmente más baratas, pero que no ofrecen ni el confort ni el ahorro del suelo radiante de biomasa.
Instalación de suelo radiante de biomasa profesional y de calidad
La instalación se realiza con un tubo continuo, sin uniones ni empalmes. Al no tener uniones ni empalmes la instalación es 100% segura y a prueba de escapes o filtraciones de agua. Existen varios tipos de instalaciones, aunque la más demandada es la de paneles aislantes termo conformados.
Una vez realizada la instalación del tubo sobre los paneles aislantes se procede a rellenar toda la superficie con material especifico para suelo radiante. Este tipo de material suele ser autonivelante aunque siempre se requiere una buena experiencia para un acabado 100% profesional y de calidad.
Una vez fraguado y seco el material de relleno se podrá colocar el suelo a elección del cliente, desde cualquier tipo de cerámica o gres, hasta parquet o tarima flotante.
El suelo radiante de biomasa, una vez acabado, es totalmente invisible, solo notaremos ese confort tan especial que solo un suelo radiante es capaz de proporcionar.
Instalaciones bien diseñadas y con acabados impecables
La instalación de un suelo radiante de biomasa es muy parecido a una instalación con radiadores solo cambia el elemento radiante. Una de las mayores diferencias es la inercia de temperatura, los radiadores generan un calor más rápido y al apagarlos la vivienda se enfría antes. De hecho, el suelo radiante tarda más en aportar temperatura y una vez desconectada sigue aportando temperatura un tiempo.
Uno de los motivos de esta diferencia de inercia es que los radiadores suelen funcionar con una temperatura del agua de 70º aproximadamente y el suelo radiante trabaja con temperaturas por debajo de 50º. Evidentemente trabajar a baja temperatura tiene muchos beneficios. Algunos de estos beneficios es el ahorro, ya que apenas hay perdidas de calor. Además, otra gran ventaja es la gran durabilidad de las instalaciones al no estar sometidas a altas temperaturas.
Para los sistemas de calefacción de suelo radiante se requiere unos programadores inteligentes que se anticipen a las bajadas o subidas bruscas de temperatura en el exterior. Estos programadores inteligente mantienen el máximo confort con el mínimo consumo, facilitando una rápida amortización del coste inicial de instalación.
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Actualmente existen sistemas de instalación de suelo radiante de biomasa sin obras. Estos sistemas permiten la instalación de los tubos radiantes sin materiales de construcción.
Al no tener materiales de construcción, estas instalaciones están totalmente terminadas en pocos días. Una vez terminadas se puede instalar casi cualquier tipo de suelo.
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